“Testimonio de Paulo Carri,
paciente del CSMS”
“Llegue al CSMS hace 5 años. Estaba atravesando un momento
crítico en mi vida; llegué en un estado muy grave, muy despersonalizado. Y
realmente hice una transformación milagrosa, casi no me reconozco. Pude sanarme
profundamente de todas las patologías emocionales y psicológicas. Sigo en
proceso de sanación, pero doy fe de como operó
el psicoanálisis y de lo que me permitió lograr. Hoy vivo una vida en la
que desarrollo todo mi potencial, estoy conectado con mi ser y puedo crecer.
Fue un proceso largo, pero estoy seguro de que todo
verdadero proceso de cambio es laborioso. Se trata de enfrentarse a los
fantasmas propios, a la oscuridad interna. Hoy estoy agradecido, al espacio y,
en especial, a Cristina
“Un verdadero proceso de
cambio es laborioso”
El Centro de Salud
Mental Saavedra (CSMS) funciona en la zona desde hace 16 años. Tuvo distintas
sedes, pero siempre por el barrio y persiguiendo el mismo objetivo: brindarle a
la comunidad un espacio de contención e integración al que todos tengan acceso,
una oportunidad de sanación sin barreras ni limitaciones. Cristina Nahabedian,
directora y coordinadora general del
lugar, anuncia junto con su equipo las novedades del Centro, e invita a los
vecinos a acercarse y probar una forma diferente de reencontrase con su salud
mental.
“Es un lugar abierto a la comunidad. Llegan casos de todo
tipo, pero son muy comunes hoy en día las patologías severas, así como familias
conflictivas, situaciones de abuso sexual, violencia de género, psicosis
infantil, entre otras”, cuenta Cristina.
El CSMS le imprime a cada tratamiento un valor diferencial,
porque cada historia necesita de un abordaje específico, y a veces el camino no
sólo lo construye la psicología. Por eso, el equipo profesional es
interdisciplinario: lo construyen especialistas relacionados con esta
disciplina pero abordada desde otro enfoque. Una de las novelas del CSMS es el
Taller de Laborterapia, en la que los pacientes desarrollan oficios, hacen
manualidades y cocinan. Otros complemento de los tratamientos se da a través
del arteteratia, coordinada por Olga Duarte. “Trabajamos con todas las formas
del arte. En los casos de psicosis y
autismo lo más indicado es la pintura. Por medio del arte, la persona expresa
todo su sentir, todo su potencial”, asegura Olga, docente en educación
especial, psicóloga y arte terapeuta.
El equipo está conformado principalmente por Cristina
Nahabedian; Adriana Fariñas, Maria Rosa Otano, Olga Duarte y Daniela Goldstein;
además cuanta con consultores extremos en el área de psiquiatría y abogacía. La
idea es brindarles a los pacientes una atención integral, que comienza con una
entrevista de admisión, luego se asigna el profesional que encabezará el
tratamiento, y de forma interdisciplinaria se van trabajando las distintas
problemáticas que van surgiendo.
“Cuando existen patologías graves o severas utilizamos el
dispositivo Hospital de día. Se integran al tratamiento actividades
terapéuticas complementarias como, por ejemplo, el arteterapia, caminatas,
laborterapia. Llegan casos de todo tipo; creo que tiene que ver con una
apertura. Nunca nos hemos limitado una edad cronológica o a patologías
determinadas”
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