Danzas Ansestrales en el C.S.M.S

Las danzas ancestrales como fuente de salud mental

En el Centro de Salud Mental Saavedra siempre estamos en búsqueda de nuevos tipos de terapia, de forma tal de encontrar el que mejor se adapte a cada paciente. Una de las áreas en las que nos estuvimos focalizando es en las artes y en lo beneficiosas que estas pueden ser para la mente.

Una forma de terapia que estamos incorporando es la basada en las danzas ancestrales. Para esto, recibimos la visita de Pablo Karp, experto en el área. Él nos explicó las características, el origen y los beneficios de esta técnica. Cristina, la directora del centro, Adriana, una de nuestras psicólogas, María Rosa, una de nuestras psicopedagogas y Mauro y Javier, dos de nuestros pacientes, experimentaron algunas de las danzas junto a Pablo. Estas se realizan en ronda y se caracterizan por movimientos repetitivos al ritmo de la música.

Lo importante de esta actividad es su característica integradora. En una ronda no hay jerarquías, todos se ayudan y se necesitan. Desde que nació, el ser humano vivió en comunidad y realizó sus actividades en ronda, tales como las danzas y los cantos, de forma tal que naturalmente tendemos a la realización de rondas. Sin embargo, la cultura individualista de hoy en día presiona en contra de este instinto natural y nos lleva a la separación.

Pablo nos explicó que las personas que se dedican a esta actividad no vienen del ámbito de la danza, no existe un estudio académico de esta técnica. Surgió en nuestro país en los últimos años de la década del ochenta. La que la comenzó a realizar fue la psicoanalista Felisa Chalcoff. Pablo empezó a dedicarse a esta actividad junto a ella y luego continuó por su cuenta. Él es arquitecto. Esto puede parecer atípico, pero nos explicó que lo verdaderamente atípico es que alguien del ámbito de la danza se ocupe de esta práctica. Hace cinco años que Pablo dejó la construcción y se dedicó plenamente a esta actividad. Realiza encuentros en los que se bailan danzas de distintas culturas y con distintas finalidades, tales como relajarse o divertirse. La idea es la integración de la diversidad cultural y de personas. Por otra parte, Pablo también se dedica a hacer talleres en los que no sólo se baila sino que se aprenden las coreografías para que la práctica se pueda transmitir. Es convocado además desde el área empresarial, educativa y de la salud.

Existen danzas para todos los momentos de la vida y en esta actividad no hay límites de integrantes ni de edad. No es necesario tener destreza física ni realizar los movimientos correctamente, lo importante es disfrutar del encuentro con el otro.